Viajando a Berlín

 ¡Hoy nos llovió! A pesar de que durante todas las noches anteriores había llovido en Köln, hoy  se extendió y nos siguió hasta Berlín. Salimos antes de las 8:00 de la mañana hacia el metro de Colonia para tomar el tren rápido a Berlín. El agua cayó durante todo el trayecto y, durante la tarde, se intensificó. Pero, eso no fue obstáculo para que a las 19:30, aproximadamente, llegáramos al hotel para instalarnos. Estábamos un poco mojados, pero nada que fuera demasiado molesto.

 Antes de llegar al hotel e inmediatamente después de nuestra llegada a la capital, fuimos a un paseo en barco por el río Spree. La idea era conocer algunos de los tantos puentes que existen en la ciudad, entendiendo que cada uno tiene algo entretenido para contar. El barco, bastante grande, y en el que viajaban muchas personas más, además de nosotros, era cubierto, de tal modo que pudimos acomodarnos sin problema. El tour era en alemán, con posibilidad de audio en inglés, sin embargo, nos decepcionó.  No se trataba de un guía en persona, sino de una grabación, bastante monótona, que rápidamente aburrió a todos los pasajeros. Aún así, pudimos ver más de 30 puentes, pero la verdad, es que no aprendimos mucho. Fue una lástima ya que teníamos ciertas expectativas con el paseo. En todo caso, fueron casi tres horas de relajo, conversación y compañerismo.

En nuestro recorrido vimos puentes de todo tipo y época, por ejemplo, el Oberbaumbrücke que, en algún momento, fue el más largo e importante de Berlín. Originalmente era de madera y sólo para paso de peatones, pero hoy día transitan por ahí trenes, autos y personas.  No fue posible tomar fotografías, debido a la lluvia y la vista cubierta de mucha vegetación, pero en el texto que se iba explicando se hablaba de la muy buena visión hacia la catedral desde la perspectiva del Friedrichsbrucke. No nos quedó más que esperar hasta mañana para poder verla en todo su esplendor ya que el City Tour por la ciudad, de seguro considerará este gran edificio tan característico de Berlín.

El recorrido incluía en total 33 puentes, lo que pensábamos que era bastante, sin embargo, averiguando en Google, descubrimos que Berlín tiene mayor cantidad de puentes que Venecia, o al menos, es lo que dicen los berlinenses. Es una información que tendremos que corroborar.

De vuelta al hotel, comimos, y nos fuimos a descansar, aunque los niños tienen la intención de ir a jugar cartas al lobby del hotel, para lo cual se aperaron en un supermercado cercano. Otros, aprovechan el tiempo para lavar su ropa y ordenar maletas ya que muchas de ellas han ido acumulando peso, quizás, más allá del que puedan soportar.  

Como conclusión de este día, podemos decir que fue uno de relajo y conversación, lo que, sin lugar a dudas, es muy bueno para prepararse para el largo día de mañana en que recorreremos la ciudad, básicamente, a pie.

Les dejo algunas fotografías de hoy, en las que nuestros alumnos demostraron, una vez más, que sólo basta tener la intención para aprovechar el tiempo para ...¡dormir!



























 

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